Trauma en la Actualidad La historia del trauma psicológico presenta momentos activos de gran apogeo en los que el trauma es abordado por los profesionales pertinentes mientras que se alterna con períodos de silencio en los que se abandona esta temática. Sin embargo, según Solvey (2004) es interesante destacar que el estudio del trauma psicológico no decae por falta de interés sino por el efecto contrario ya que el tema provoca tal controversia que periódicamente es abandonado.Entrar en el tema del trauma psicológico es algo delicado ya que mientras que comprender el trauma debido a eventos o catástrofes naturales nos puede resultar comprensible y, por lo general, desculpabilizador, el trauma que se refiere a la capacidad de dañar -abusos, omisión...- del propio ser humano nos pone en el centro de mira y, de alguna manera,
nos incomoda.Durante los siglos XIX y XX se abordó este tema tres veces. Por supuesto, cada una de estas fases estaba vinculada con un distinto enfoque político. La idea actual de trauma psíquico se origina a partir de estos tres núcleos de trabajo:
La etapa de la Histeria. El trabajo prestigioso de Charcot en relación al diagnóstico de histeria atrajo hacia el hospital de La Salpetrière, entre otros, a William James, Pierre Janet y Sigmund Freud.Eran famosas la "Conferencias de los martes" en las que se daban demostraciones en vivo. La transcripción de una de ellas puede resultar interesante para el tema que nos ocupa, según Goetz (1897), sigue así:
Se presenta una mujer en trance hipnótico para demostrar un ataque histérico convulsivo. Charcot: "Apretemos ahora el punto histerogénico" (un ayudante -hombre- toca la zona ovárica),"Aquí vamos... a veces se muerden la lengua, pero es raro. Miren la espalda arqueada, tan típica..." Paciente: "Mamá, tengo miedo" Charcot: "Observen la descarga emocional. Si dejamos seguir, pronto tendremos la conducta epileptoide" Paciente: "Mamá, mamá" (llora). Charcot: "Observen esos gritos. Podemos decir que es mucho ruido acerca de nada".
Así pues, ambos autores alrededor de 1890 coinciden en que:
1. La histeria era un cuadro provocado por un trauma psicológico (frecuentemente por haber sido víctima de un abuso sexual en la infancia).
La Neurosis de Guerra. En la Primera Guerra Mundial murieron 9.000.000 de personas y en la Segunda Guerra Mundial, 49.000.000 de personas.La mayoría de muertes en al 1ªG.M. se dio en la trincheras donde los combatientes estaban forzados a permanecer encerrados, con la constante amenaza de aniquilación y siendo testigos de mutilaciones y muertes de sus compañeros. Sin esperanza de salvación, muchos soldados empezaron a comportarse con histeria -como anteriormente se había visto en mujeres-: gritaban y lloraban fuera de control; se paralizaban y no se podían mover; se volvían mudos e inexpresivos; perdían la memoria y la capacidad de sentir. Se calcula que un 40% de la bajas británicas en la 1ªGM se debió a los breakdowns que inicialmente fueron atribuidos a causas físicas tales como el ruido de la artillería y la "conmoción cerebral" que se suponía que ésta causaba; sin embargo, más tarde se vio que hombres que no estuvieron expuestos a bombardeos ruidosos también presentaban bajas. El hecho de que también comenzaran a aparecer algunos casos de héroes condecorados que también eran víctimas de ese cuadro (shell shock, combat fatigue) llevó a reflexionar más detenidamente.
Un profesor de neurofisiología y psicología llamado Rivers, en 1917, empezó a tratar estas víctimas con la "cura parlante", con dignidad y respeto y constató que la motivación más potente para superar el miedo a la guerra no era el patriotismo sino el compañerismo, el amor de los soldados entre sí. Es interesante apuntar que este principio se acuñó y posteriormente fue aplicado en la 2ªGM en las tropas norteamericanas.Cuando la 1ªGM terminó, rebrotó una vez más el desinterés médico en el trauma psicológico. Los veteranos de guerra con esos cuadros eran una molestia y el establishment miró hacia otro lado. Al comenzar la 2ªGM de nuevo se abrió el tema de la neurosis de guerra. Se apartó el concepto "fatiga de combate" reconociendo que cualquier persona podría afectarse bajo fuego y se reconoció que las bajas psiquiátricas podían predecirse en función de la frecuencia, duración e intensidad de las batallas. Se constató que el mejor antídoto para evitar estos cuadros era el vínculo emocional entre los soldados y el grado de relación entre éstos, su grupo de pertenencia y su líder.
El trauma sexual y doméstico.Hasta hace poco tiempo se subestimaba la frecuencia e intensidad de los hechos de violencia que son una rutina en la vida cotidiana, doméstica y sexual de muchas mujeres. En los años 70 Ann Burgess y Lynda Holstrom describieron los efectos psicológicos de la violación. Se describió el "síndrome de víctima de violación" donde se apunta que estos pacientes experimentan la violación como un episodio que pone en riesgo su vida, con miedo a la mutilación y a la muerte, sufriendo de insomnio, náuseas, hiperalerta y pesadillas, así como síntomas disociativos o de anestesia. De nuevo, estos cuadros se asemejan a los padecidos por los veteranos de guerra que estuvieron en combate.Después de 1980, cuando se legitimó el concepto de estrés postraumático, se pudo ver claramente que el síndrome psicológico constatado en supervivientes de violación, violencia doméstica e incesto era el mismo que el observado en supervivientes de guerras. Las tres líneas de estudio convergían para llegar al concepto de trauma psicológico.
Trauma Psicológico. Concepto La palabra "trauma" proviene del griego y significa "herida". Lo que hoy día puede llamarse TEPT, Trastorno de Estrés Postraumático, anteriormente recibió distintos nombres: histeria, shellshock, fatiga de combate, neurosis traumática. Al llamarlo "neurosis" se suponía que debía haber elementos previos en la historia del sujeto -debilidad...- sin embargo hoy se considera que la respuesta del sujeto es enormemente adaptativa ante una situación de peligro. Tal como sabemos, ante estas situaciones se despierta una respuesta al estrés - lucha, huida o bloqueo-. Si ésta se mantiene en el tiempo cobra vida propia, de forma latente, persistiendo cuando ya no es útil. En este punto, los síntomas se desconectan de la fuente origen. En 1980, por primera vez, el síndrome característico de trauma psicológico se convierte en un diagnóstico formal: Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
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