Han transcurrido muchos lustros, décadas y siglos desde que se interpretaba la infertilidad como un castigo de los dioses.
Hoy día, esos dioses han evolucionado enormemente siendo
sustituídos por los ensayos médicos, las investigaciones empíricas que nos
aportan evidencia, datos, contrastación...
Y así las cosas nos encontramos con que hoy día ya
contamos con explicaciones que aunque en principio puedan no ser demasiado bien
recibidas, son asumidas y aportan una salida al problema que la persona con
disfunción reproductiva presenta.
La primera área
a tener presente podría ser la demora del embarazo.
La fertilidad desciende ya que conforme
el factor edad aumenta va comportando la disminución de la carga de óvulos.
Cuando una mujer nace cuenta con
una carga ovárica de 2.000.000 folículos aprox. que, de forma natural, van
presentando atresia mensual por lo que la carga de óvulos se ve disminuída.
El caso es que alrededor de los
32/38 años, la mujer puede contar con unos 50.000 folículos que conforme pasan
los años van perdiendo su maravillosa virtud.
La concentración de los folículos
viene directamente relacionada con la hormona antimulleriana que se genera en
las células de la capa granulosa del folículo por lo que el cálculo de esta
hormona es una excelente vía para conocer el estado de la fertilidad de la
mujer a este nivel.
Si nos centramos
en la vulnerabilidad que podemos presentar ante el mediambiente con la correspondiente
exposición a químicos. Estamos entrando en la segunda área a considerar.
En este sentido tanto se puede verse
afectado hombre como mujer.
Estamos hablando de la exposición
a productos que pueden resultar tóxicos como el BPA (Bisphenol A). El BPA es un
componente básico en la formación de ciertos plásticos como los que recubren la
cara interna de ciertos productos enlatados, recipientes alimentarios,
calcetines de bebé...
El BPA, entre otros, actúa como
un disruptor endocrino. Eso quiere decir que cuando esas sustancias penetran en
nuestro organismo cuentan con la capacidad de unirse a los receptores de
estrógenos y alterar nuestros valores hormonales.
En diciembre de 2024 se publicó
en el BOE: Reglamento (UE) 2024/3190 de la Comisión, de 19 de diciembre de
2024, sobre el uso de bisfenol A (BPA) y otros bisfenoles y derivados de
bisfenoles con clasificación armonizada para propiedades peligrosas específicas
en determinados materiales y objetos destinados a entrar en contacto con
alimentos, por el que se modifica el Reglamento (UE) nº 10/2011 y se deroga el
Reglamento (UE) 2018/213.
Los Ftalatos, componentes químicos
que ayudan a que los plasticos tengan más flexibilidad pueden desprenderse de
esos plásticos y pasar al organismo humano actuando tanbién a modo de disruptor
endocrino.
Ciertos Parabenos que se usan
para la conservación de la mayoría de productos cosméticos y de higiene
personal también actuar como disruptores endocrinos.
No deberíamos olvidar los insecticidas
y sus efectos...
Esta lista no termina aquí, por
lo que éste es para mí un punto importantísimo, como para reflexionarlo y ver
el alcance y las posibles repercusiones que los disruptores endocrinos provocan
en nuestro organismo, en nuestra vida, incluso más allá de la fertilidad.
En cuanto a la
tercera área, esta podría abarcar todo lo que se relaciona con el estilo de
vida desde el ritmo de vida con el consiguiente estrés hasta
los hábitos tales como el consumo de tabaco, de tóxicos y por supuesto el tipo
de nutrición con el que nutrimos o maltratamos a nuestro cuerpo.
Estudios recientes relacionan el
trabajo por turnos con la alteración del ritmo circadiano del cuerpo, lo que
puede afectar la calidad del sueño y la fertilidad especialmente si esos turnos
son nocturnos.
En cuanto al tabaquismo en la
mujer se dice que le suma unos 10 años más y acaba por alterar la calidad de
sus óvulos y embriones. Especial interés se da en la mujeres que empezaron a
fumar en edades jóvenes ya que por efectos del humo del tabaco sobre la hormona
que regula la ovulación se ve afectada la actividad ovulatoria siendo esta
menor.
Mientras que el lo que al varón
se refiere, con el tabaquismo se ven afectados los espermatozoides de tal manera
que disminuyen en calidad, cantidad y motilidad.
En cuanto al consumo por ejemplo
de marihuana puede verse relacionado con alteraciones del semen así como desarreglos en la mujer tanto a nivel de las hormonas
reproductivas como del ciclo menstrual (anovulación, alteraciones en las
trompas de falopio que llevan al embarazo ectópico...)
Más que ver, es básico saber mirar,
y eso lo conseguimos con información, formación y conciencia.
¿Qué papel jugamos l@s profesionales de la salud mental
reproductiva desde la perspectiva del trauma (PSMR-T)?
Además del acompañamiento a lo largo de este proceso
podemos ayudar a nuestrxs pacientes en todo lo que se refiere al desbloqueo y
procesamiento con EMDR de su bloqueo interno con la necesidad del consumo sea
del tabaco, alcohol, comida...
Desde el área del estrés l@s PSMR-T valoramos el nivel de
malestar que tienen las circunstancias del presente de la paciente. También
diagnosticamos los núcleos de malestar irresueltos a lo largo de su vida
(incluso perinatal y/o transgeneracional) y lo trabajamos a fondo evidentemente
con EMDR (a poder ser con un nivel EMDR clínico o superior)
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