8.23.2015

SOBREVIVIR AL TERRORISMO


  Un día cualquiera te levantas y por aquellos azares de la vida, te das de bruces con el terrorismo.

Desde hace un tiempo vamos tomado consciencia de que hoy día sales tranquilamente de tu casa por la mañana y quizás no vas a poder regresar. Así pues aunque contábamos con volver, por el camino pueden haber surgido mil y un impedimentos y va y se nos queda la ropa en el tambor de la lavadora de la vida esperando a ser tendida, aquel e-mail por responder, ese abrazo por dar o ese perdonar a alguien, quizás a uno mismo...

Aunque siempre existe el riesgo de sufrir un accidente, cuando este daño parte de la voluntad premeditada de alguien parecería como si tuviera que doler más de lo que ya de por sí duele y puedes terminar por sentirte como una de las bolas del bombo de la lotería escogida al azar pero esta vez no premiada...

Quizás alguien se sintió de esta manera este 21 de agosto en el tren que iba de Ámsterdam a Paris, el pasado 26 de junio en dos hoteles de Port Al Kantaui en Túnez, el 11 de marzo de 2004 en la estación de Atocha, el 11 de septiembre de 2001 en la torres gemelas del World Trade Center...

Los atentados terroristas causan víctimas, algunas dejaron la vida en ello, otras víctimas, las que sobrevivieron, arrastran el dolor físico y emocional de las secuelas de aquello que les sucedió o de aquello que vieron que sucedía a alguien o de aquello que saben que sucedió a un ser querido en ese incidente... Muchas de ellas mantienen en mente la imagen de aquel momento que invade su vida en forma de flashbacks o en sueños; estamos hablando de las imágenes intrusivas a veces acompañadas de un olor característico que se incrustó y que reconectan al sujeto con el núcleo del evento traumático y le llevan a sentir ese dolor, esa rabia, ese miedo...

En la 16 Conferencia Europea de EMDR celebrada este pasado mes de julio en Milano pudimos escuchar el testimonio de dos supervivientes a actos terroristas internacionales: Luca Leodori, International Business Development per Autostrade per l’Italia, quien vivió el ataque terrorista del 2008 del Hotel Taj Mahal Palace en Mumbai y Alessandra Morelli, delegada del Alto Comis. de la ONU para los refugiados quien sobrevivió a un atentado en Mogadiscio en 2014.

Ambos testimonios fueron estremecedores.

Hotel Taj Mahal Palace


Referente al ingeniero Leodori destacaría la importancia que concedió al sonido de las ráfagas de disparos y las inacabables detonaciones que iban explosionando en el hotel y también la serenidad de despedirse de su mujer por el móvil comentándoles como estaban organizados los seguros y las cuentas familiares.


De la intervención de la sra.Morelli destacaría la sensación que pudo transmitirnos al relatarnos como se sintió cuando vio que un vehículo kamikaze se dirigía hacia ellos:

"La explosión fue surrealista, aunque yo no era nueva en los sonidos de la guerra ....
La explosión mató a los transeúntes y el sonido era tan fuerte y profundo que cruzaba mi cuerpo como una flecha.
El humo y el olor a muerte alrededor se habían infiltrado en el coche y comenzó a convertirse en tóxico. Me di cuenta de inmediato de que estábamos siendo atacados por un vehículo kamikaze
Lo que yo había leído y aprendido acerca de las tácticas terroristas  me estaba sucediendo ....
Nuestro coche se detuvo y no conseguíamos que funcionara, a pesar de varios intentos de poner de nuevo en movimiento nos quedamos atrapados...."
                               
Ambos testimonios comentaron que al regresar a su país y seguir sintiéndose mal se pusieron en manos de terapeutas EMDR para superar su problemática y que en la actualidad ya han vuelto a sus respectivos trabajos.

Se les concedió el reconocimiento David Servan-Schreiber Award  2015.


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