La forma
como nos expresamos dice mucho de nosotras, y de nosotros. Nos cuenta acerca de
nuestra vida y brinda información en relación a nuestras costumbres. También refleja
la sombra que proyectaron las estructuras que han prevalecido por años en
nuestra sociedad.
Partiendo de
la premisa de haber estado inmersas en una sociedad de cultura eminentemente
patriarcal como hemos vivido, y algunas veces, tristemente, seguimos sufriendo
prevalece la reflexión, más allá de las frivolidades…
El mundo de
la seguridad se constituyó con el matiz de la testosterona y esto implica la
descompensación del otro, mejor dicho de la otra. Y esto genera vulnerabilidad;
la mirada, de nuevo, para abajo.
En la consulta,
a lo largo de tantos años, las psicólogas que nos hemos dedicado al área de la
mujer hemos tenido que dar la mano a pacientes que te relataban…
…andando
tranquila por la acera se frena una furgoneta y el chofer saca el brazo y me
toca el pecho.
Me sentí
burlada, expuesta, impotente, rabiosa …
…en los años
80 yendo por la calle con mi pareja nos cruzamos con un individuo. De pronto, noto
como su mano por detrás de mi espalda se metía entre mis muslos.
Le seguí y
le abofeteé. Nadie debe profanarme ni salvarme. Me basto solita aunque hoy día
quizás me denunciarían a mí por agresión…
… Recuerdo
que en mis años universitarios mi bolso estaba lleno: la carpeta de la facultad,
llaves, lapices de labios, gafas de sol y mi cuchillo de cocina por si acaso…
… Todavía a
mis 50 años, cuando regreso a casa de noche y entro con el coche en el parking,
me espero a que la puerta automática baje.
Le pregunto acerca de que teme y me responde que su imaginario supone la posible agresión de un hombre, que en ningún momento piensa en que pueda ser una mujer…
La vida,
nuestra vida. la vida de las mujeres fue vista, que no mirada. desde los ojos del
varón y se nos proyectó esa imagen generada por el macho predominante, ese
macho hoy con el poder de turno; poder político, social, económico..
Por años, la
mujer no pudo sostener la mirada. Tantas veces debía bajarla ya que sostener la mirada podía llegar a ser
interpretado como de insolencia,
desfachatez, incluso de provocación.¿Por qué será que me viene a la cabeza Carmen
Martín Gaite?. La pienso allí “Entre
visillos” o en ese “Cuarto de atrás”.
Vistas las
cosas desde esta perspectiva lejana, con la cámara fotográfica enfocada desde
el ángulo escogido, explicado y relatado por el hombre. Entendiendo que el sustantivo
hombre no me representa a la mujer. Entendiendo que el concepto persona sí comprende
a hombre y mujer, y a quien quiera ser como quiere ser. ¡Faltaría más!
La realidad
es que esta diferencia de perspectiva o de enfoque puede llevarnos muchas veces
a definir las cosas de una forma distinta. Creo que, en determinados casos, esto
también podría suceder en el área de la fertilidad.
Volvamos a
las dos palabras que hoy nos ocupan: reproducirse y/o procrear. Aunque el
diccionario las puede plantear como sinónimas probablemente podamos encontrar ciertos
matices diferenciales entre ambas.
En el caso
de la palabra reproducirse aunque puede entenderse como producir de nuevo también
podría entreverse un matiz cosificador si entendiéramos ese re-producirse como un
copiar.
Llegados a
este punto podemos reflexionar en torno a la otra palabra que hoy nos ocupa:
Procrear.
Desde el
diccionario de la Real Academia Española se puede entender procrear como engendrar
un individuo de la misma especie.
Seguimos y
el camino nos lleva al Crear y al Producir. Tampoco tienen el mismo matiz ¿no
es cierto?
La creación entraña
un plus que la producción no contiene.
La creación
comporta un espacio de interiorización, de reflexión, de autoescucha, como un volcado hacia tu
interior previo al hecho de materializar. Mientras que en relación a la
producción ¿podríamos decir que enfoca hacia afuera? Así pues no estaría de más
decir que en la producción puede existir un interés que busca generar una
proyección externa como finalidad última.
Llegados
hasta este punto, en el área que atañe a la fertilidad humana y todavía más en
el sagrado universo de la maternidad ¿hacia qué palabra te inclinas? ¿dónde sientes
más confort?
¿Re-PRODUCIR
o Pro-CREAR?
Tantas veces
la diferencia está en las sutilezas, en los matices…
Mil gracias